Un centenar de personas, entre cargos electos de las entidades locales, vecindad, colectivos y asociaciones, comprometidas y preocupadas por el Plan del Pirineo participaron el miércoles en una asamblea abierta en Jaurrieta en respuesta a la convocatoria de la Mesa del Pirineo.
Esta comenzó con un recorrido de acontecimientos y sensaciones que comenzaron ya en el otoño de 2023 con el cambio de departamento gestor del Plan del Pirineo, que recayó en el departamento de Cohesión Territorial, con su titular Óscar Chivite y la dirección general de José María Rodríguez. Las dudas del impulso que iba a coger el Plan asomaron a escasos meses del comienzo de la legislatura, “y de hecho, el Gobierno no confirmó querer seguir desarrollándolo, al menos como lo entendemos en el territorio”, recuerda Leire Remiro, miembro de la Mesa.
Se remontaron a la reunión del pasado 11 de abril, cuando Chivite y Rodríguez les expresaron que “todo seguía igual”, con las mismas dotaciones de recursos humanos y económicos. “Sin embargo, nuestro sentir es que nada sigue igual, y no es solo una cuestión de sentimientos, si no de hechos porque en esta legislatura el Gobierno no lo está trabajando igual, ni en su ejecución, ni en sus formas”. El Plan del Pirineo se sustenta en el trabajo conjunto de la Mesa, el Parlamento y el Gobierno. “Nosotros pensamos que la nueva dirección tiene otra mirada, un concepto diferente de la cogobernanza que no coincide con lo que el Pirineo espera. No estamos en sintonía y queremos un cambio en la manera de trabajar”, explicó.
Reunión con Jesús Mari Rodríguez
La asamblea de esta semana en Jaurrieta sirvió también para comunicar el reciente encuentro con el director general de Administación Local y Despoblación, José Mari Rodríguez, el pasado día 27 de junio. Rodríguez planteó una propuesta de un calendario mensual entre ambas entidades para obtener un trabajo más colaborativo, propuesta que la Mesa valida como un giro y un signo de acercamiento. Esta semana anunciaron su disposición a seguir trabajando con el departamento, si bien afirmaron que no van a dejar de reivindicar la esencia del Plan del Pirineo, el modelo de gestión y los puntos a impulsar. Reivindica igualmente la recuperación del modelo de cogobernanza y “esperemos a corto que esto se haya reconducido para seguir trabajando en sintonía”, añadió.
La revisión de los presupuestos de 2024 es otro de los asuntos que no abandonarán, señalaron. Asegurar que todas las partidas presupuestarias lleguen al Pirineo y trabajar en las de 2025 para acabar con las enmiendas nominativas y abordar las necesidades desde los presupuestos. Otro objetivo a corto es dar un impulso a la Ley de Despoblación que retrasa a septiembre su periodo de consultas y participar activamente en él.
La sensación de que “se ha perdido un año y de que este Gobierno no se cree el Plan del Pirineo” planeó en la asamblea. “No bajaremos la guardia. Seguiremos la actividad política del Parlamento con el foco puesto en dos cuestiones importantes: el informe de la Cámara de Comptos, que cuestiona la gestión del Plan por el departamento, y el cese de las dos jefaturas del Plan del Pirineo”, concluyó Remiro.